Enrique Diaz tocando el acordeon

Enrique Diaz

Biografía

Enrique Diaz Nacio el 3 de abril de 1945 en María La Baja, Bolívar, Enrique Díaz Tovar dejó una marca indeleble en el mundo de la música vallenata y sabanera como cantautor, acordeonero y compositor. Reconocido con el apodo del "Tigre de María La Baja", Enrique Díaz fue un auténtico juglar de la música colombiana que trajo consigo la esencia de la región sabanera y vallenata a través de su voz y sus composiciones.

Criado por su abuela en el idílico corregimiento de Palo Alto, San Onofre, Enrique pasó sus primeros años inmerso en las labores del campo. A la temprana edad de 14 años, su familia se trasladó a Nueva Estación, un antiguo corregimiento que hoy se conoce como el barrio Buenavista, en Córdoba. Fue en este ambiente donde su pasión por la música comenzó a florecer, y su amor por los instrumentos lo llevó a aprender a tocar la violina y, posteriormente, el acordeón.

A medida que perfeccionó su habilidad musical, Enrique Díaz se convirtió en un referente indiscutible de la tradición vallenata y sabanera. La mayoría de su vida la pasó en Planeta Rica, Córdoba, un lugar que se convirtió en su hogar y donde dejó su huella en la cultura local y más allá.

Uno de los puntos culminantes de su carrera llegó en 1986, cuando fue coronado como Rey Sabanero del Acordeón en Sincelejo, un reconocimiento que confirmó su destreza musical y su profundo entendimiento de los sonidos característicos de la región.

A lo largo de su prolífica carrera, Enrique Díaz creó una colección de éxitos que se convirtieron en himnos de la música vallenata y sabanera. Canciones como "La Caja Negra," "Rancho Triste," "La Monterrubiana," y "El Rico Cuji" se arraigaron en el corazón de su audiencia y se convirtieron en parte integral del repertorio musical de Colombia y más allá.

Uno de sus mayores éxitos, "La Caja Negra", una composición de Rafael Valencia, llegó a ser reconocido como un icónico himno de la música vallenata. La habilidad única de Enrique Díaz para transmitir emoción a través de su voz y su destreza en el acordeón le permitieron dar vida a esta canción de manera incomparable. Su impacto fue tal que la canción también fue grabada por el renombrado artista Carlos Vives.

Sin embargo, la vida de Enrique Díaz también tuvo momentos difíciles. En sus últimos meses, enfrentó problemas cardíacos que lo llevaron a ser hospitalizado en Montería. Finalmente, el 18 de septiembre de 2014, Enrique Díaz falleció a causa de un cáncer de pulmón, dejando atrás un legado musical que continúa siendo una inspiración para generaciones de amantes de la música vallenata y sabanera. Su voz única y su talento innato siguen resonando en las melodías que capturaron la esencia de la región sabanera y vallenata, manteniendo vivo el espíritu de este auténtico "Tigre de María La Baja".

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